Pocas veces hemos estado en un hotel y su correspondiente restaurante con una aproximación tan holística a cada uno de sus espacios. Un Boutique Hôtel & Restaurant concebido como un todo aquello y con una personalidad única. Nos referimos a la conexión entre todo con lo que el cliente está en contacto: espacios, diseños, colores, productos, alimentación, aromas, tacto, personas, servicio, etc. Donde todo gira alrededor del bienestar de las personas, sean clientes o sean trabajadores. Y aquí reside el éxito del Hôtel Le Mosaïque en Narbona.
Una mansión restaurada con encanto
Una preciosa mansión burguesa de principios del siglo XX, en pleno corazón de Narbona (ocupa la esquina de las avenidas Mosaïque y Paul-Louis Courrier, un rincón muy tranquilo), ha sido el lugar elegido por la familia Rizzo, de origen ítalo-argentino, para albergar un proyecto hotelero de 4 estrellas: un hotel y restaurante que sin duda vienen a dar aún más vida a la ciudad occitana. El edificio ha sido magníficamente restaurado por la arquitecta Françoise Ferry (aunque la pandemia no lo puso fácil), logrando respetar todo el encanto del hotel original, gracias al equipo de artesanos locales y a técnicas y materiales tradicionales, pero sin renunciar a las últimas tecnologías. Tras dos años de reformas, en junio de 2022 el hotel y restaurante Le Mosaïque ha abierto por fin sus puertas.
El hotel: un entorno cálido, elegante y tranquilo
En el hotel te sientes como en casa. Ya al llegar te reciben con un exquisito trato muy familiar, a distancia corta y con un “bienvenidos” desde el corazón. Lo primero que llama la atención es una bonita entrada ajardinada y, ya dentro del edificio, el acogedor salón, el restaurante con suelo de mármol y las escaleras de madera magníficamente restauradas. Entretanto, nos eran descritos todos y cada uno de los espacios, mobiliario y obras de arte, hasta llegar a las habitaciones: elegantemente decoradas, cuidando hasta el más mínimo detalle. Camas comodísimas, espejos artesanos de Alek, baños con tazas de porcelana de Laurie David, lavabos de mármol rojo Caunes-Minervois o de cuarcita verde de Pierres & Co y jabones hechos a mano de sal de Gruissan de Peau Ethik, son solo algunos de los elementos de buen gusto que se pueden encontrar en las 14 habitaciones (más una suite de coloridas vidrieras) del hotel, adaptables a cualquier necesidad. Desde luego, no se ha dejado ningún detalle al azar. Y para mayor relax de los huéspedes, el hotel cuenta además con un bar con cócteles únicos, un precioso jardín y terraza (donde se puede disfrutar de un desayuno a la carta) y una piscina de temporada muy chic en la parte trasera. Todo en un ambiente muy agradable.
Sabores de antaño y técnicas de vanguardia
El restaurante Le Mosaïque cuenta con la asesoría y colaboración de su gerente Fracisco Rizzo. Se trata de un espacio con esencia y su cocina, con alma, está a cargo del chef Alexandre Durand (discípulo de Gilles Goujon, con 3 estrellas Michelin), incansable investigador de tendencias culinarias internacionales, que demuestra especialmente en los platos de cocina de fusión franco-argentina del restaurante (como por ejemplo el Asado de tira a la parrilla con choripán). En la carta del restaurante Le Mosaïque se despliegan sabores de antaño con técnicas culinarias de vanguardia: “Du Jardin”, “De notre coeur”, “De la mer”… Así introducen los primeros en Le Mosaïque y, para continuar, platos como “A la Parrilla” o “Secret de Famille”… Y es que la familia juega un papel muy importante en el proyecto. Muchos de los miembros del equipo tienen lazos familiares, lo que abraza al visitante y acompaña en la experiencia, desde el equipo directivo al personal de cocina. Más que un equipo, una familia.
El secreto: el horno Josper HJX Pro M120
Para la cocina, desde un primer momento, se pensó en un horno brasa Josper. En Le Mosaïque tenían claro que el potente horno brasa era la pieza fundamental para llevar a cabo la cocina de fusión con toques argentinos de la carta, en los que la parrilla es básica. Así, una gran variedad de platos deben su éxito (además de a la maestría del chef, por supuesto) al horno Josper HJX Pro M120 del restaurante, que por supuesto, trabaja 100% con carbón vegetal, y tiene el diseño único de barbacoa cerrada, diferentes niveles de braseado y control de temperatura con sistema de tiros característicos de Josper, además del ya famoso sistema de puerta frontal, ágil y robusta, de fácil manejo.
Nos llamó la atención ver cómo en Le Mosaïque someten a la brasa del horno Josper a limones y melocotones, que posteriormente son incluidos en diferentes elaboraciones, o la maravillosa forma de preparar las carnes y aves a la brasa, manteniendo toda la jugosidad, pero quedando bien selladas por encima. Además, el sabrosísimo pulpo a la brasa y las irresistibles verduras braseadas, como berenjenas, patatas, pimientos, tomates, jengibre o champiñones que acompañan los platos, o incluso un fantástico postre elaborado con melocotones, entre otras elaboraciones al Josper.
Desde aquí os recomendamos, sin duda, la visita a Hôtel y Restaurant Le Mosaïque de Narbona.
El Hôtel y Restaurante Le Mosaïque se encuentran en el 21 de la Rue Mosaïque, Narbonne, Aude, 11100, Francia.